En esos días, días sin sol, noches sin luna, ningún lugar es mi lugar y no consigo reconocerme en nada, ni en nadie. Las palabras no se parecen a lo que nombran y ni siquiera se parecen a su propio sonido. Entonces no estoy donde estoy. Dejo mi cuerpo y me voy, lejos, a ninguna parte, y no quiero estar con nadie, ni siquiera conmigo, y no tengo, ni quiero tener, nombre ninguno: entonces pierdo las ganas de llamarme o ser llamado.
Eduardo Galeano, La pálida.
que te ha pasado querida? esta entrada no tiene nada de happy espero que estes bien y si necesitas algo dimelo un besito querida
ResponderEliminarHola Leidy. No te preocupes, es que no todo en la vida es happy. Pasará...
EliminarUn beso y gracias.
Cruel y real, así es, así es la vida a veces.
ResponderEliminarEl vacío es una de las "ostias" más grandes que nos pueden dar. Pero cura, todo, tarde o temprano, cura....
Saludos :)
Eso lo tengo clarísimo.
EliminarCon esas palabras ajenas igual parece mucho más tremendo, o a lo mejor lo es... en fin. Paciencia.
Un abrazo.
Eso cariño , va por barrios .... Yo también he tenido días de esos , los llamo días vacios , espero que estes mejor , besos de Flor.
ResponderEliminar